EL SUPERFERTILIZANTE NATURAL QUE LE PERMITIÓ A
UNA CIVILIZACIÓN PREINCAICA PROSPERAR EN EL ÁRIDO DESIERTO DE ATACAMA EN CHILE
28 de febrero 2021
Por Francisca Santana-Sagredo &
Julia Lee-Thorp & Rick Schulting
“El desierto de Atacama, en el norte de
Chile, es uno de los lugares más secos del planeta; durante años no recibe
lluvia alguna.
Para que las comunidades agrícolas
sobrevivan y prosperen, necesitarían agua y nutrientes del suelo, ambos
escasos. Sin embargo, la gente vivía en Atacama mucho antes de que existiera la
tecnología moderna.
La escasez de agua se abordó utilizando
agua de oasis y complejos sistemas de riego. Para los nutrientes del suelo, la
solución que encontraron, siglos antes de la llegada de los incas hacia
1450, fue traer un superfertilizante de la costa en forma de excremento
de aves marinas o "guano".
Fue el hallazgo clave de nuestra nueva
investigación, en la que analizamos los restos de 246 cultivos y plantas
silvestres encontrados en 14 sitios arqueológicos en Atacama.
Estas plantas cubren un período de casi
3.000 años que abarca varias civilizaciones antiguas, seguidas por los
incas y finalmente el período de colonización europea hasta 1800.
El "impacto masivo"... de
excrementos de ave
Una forma de saber si se usó guano para
fertilizar estas plantas antiguas es buscar las proporciones de los isótopos
de nitrógeno (15N/14N) en los restos de la planta.
Estos dos isótopos (átomos de un mismo
elemento químico) difieren solo en la masa atómica, pero se comportan de forma
un poco distinta en los sistemas naturales y, por lo tanto, pueden actuar como trazadores
de procesos bioquímicos naturales.
Sabemos que incluso pequeñas cantidades
de fertilizante de guano de aves marinas tienen un impacto masivo en las
proporciones de isótopos de nitrógeno en el maíz moderno, elevándolas muy por
encima de lo posible, ya sea de forma natural o con cualquier otro
fertilizante.
Cuando observamos los restos de cultivos
arqueológicos, como el maíz, la calabaza y los chiles, encontramos proporciones
de isótopos igualmente altas en plantas que datan de alrededor del año 1000
d.C. en adelante.
Las proporciones de isótopos de
nitrógeno que se encuentran en los esqueletos humanos de la
región, bien conservados en las condiciones áridas, también cambiaron
drásticamente junto a los cultivos.
Los científicos habían pensado
anteriormente que esto mostraba que la gente había comido pescado del mar.
Se sabe que los peces marinos tienen
altas proporciones de isótopos de nitrógeno, especialmente los que se encuentran
frente a las costas de Chile, gracias a las aguas muy frías y ricas en
nutrientes de la corriente de Humboldt (una corriente oceánica fría y
costera del Pacífico oriental).
Nuestra investigación encontró que las
personas en las antiguas comunidades de Atacama obtuvieron esos altos valores
de isótopos de nitrógeno de los peces, solo que fue indirectamente, a
través de las aves marinas, que comieron el pescado y luego lo
excretaron como guano, que se convirtió en fertilizante para los cultivos.
La desigualdad del guano
Nuestra investigación también encontró
que no todos parecen haber tenido acceso a este super fertilizante.
Si bien hubo indicios de que las altas
proporciones de isótopos de nitrógeno aumentaron notablemente en los granos de
maíz desde el año 1000 en adelante, lo que indica un aumento considerable en el
rendimiento de los cultivos y permite asentamientos más grandes, algunos granos
carecían de esta evidencia. Más bien mostraban signos de otros
fertilizantes como abono verde o estiércol de llamas y de sus
parientes.
Los esqueletos de los mismos cementerios
que datan del mismo período también mostraron diferencias dramáticas en
sus proporciones de isótopos de nitrógeno, lo que sugiere que el acceso a
cultivos abonados no se distribuyó de manera uniforme en la comunidad.
Pudiera ser que algunas familias o
clanes tuvieran vínculos privilegiados con la costa (a unos 90
km de distancia) y pudieran obtener guano de aves marinas y utilizarlo
principalmente para su propio beneficio como fuente de poder y prestigio.
El desierto floreció, pero para algunos
más que para otros. Las investigaciones indican que la distribución del
guano no fue equitativa.
"Oro blanco"
La fertilización del guano continuó en
los períodos incaico y colonial. A principios del siglo XIX, se hizo más
conocido en todo el mundo como un super fertilizante y se convirtió en una
importante fuente de ingresos para Perú (del que entonces formaba
parte Atacama).
Cada año se enviaban cientos de miles de
toneladas al extranjero, principalmente a Estados Unidos y a Europa occidental;
fue en ese momento cuando el guano se conoció como "oro
blanco".
La importancia del guano se vio
eclipsada poco después, primero por un nuevo recurso del desierto de Atacama,
el salitre (nitrato de sodio), que se extraía extensamente, y luego por la
introducción de fertilizantes sintéticos más baratos a principios del siglo XX.
El fertilizante de guano ha
experimentado un resurgimiento a través de su uso en
agricultura orgánica, pero en Chile ahora está prohibido extraer
guano reciente, y tanto el guano como las aves marinas que lo producen están
protegidos por la ley.
Francisca Santana-Sagredo es profesora
adjunta en la Universidad Católica de Chile. Julia Lee-Thorp es profesora
emérita de Ciencia Arqueológica, y Rick Schulting es profesor de Arqueología
Científica y Prehistórica. Ambos trabajan en la Universidad de Oxford, Reino
Unido.
Esa nota apareció originalmente en The Conversation
y se publica aquí bajo una licencia de Creative Commons.” Tomado de diario BBC
News.