LAS RESERVAS DE ORO CAYERON $4.500 MILLONES
Presionado por el descenso del valor del petróleo, la falta de ahorros y la multiplicación de la deuda, el Gobierno no ha tenido más alternativa que recurrir a la porción de oro de las reservas internacionales. El balance del Banco Central de Venezuela, correspondiente al cierre de 2015, registra que las barras doradas que forman parte de las reservas internacionales representan 10.041 millones de dólares, cifra que se traduce en una caída de 4.500 millones de dólares respecto al cierre de 2014.
Este declive de 31% obedece al descenso que ha experimentado el oro en el mercado internacional y a que el Banco Central vendió o entregó en garantía parte de los lingotes para recibir dólares en efectivo. Para valorar el oro, el Banco Central calcula un promedio móvil de los últimos nueve meses en el mercado de Londres y en 2014 lo estableció en 1.257,80 dólares por onza troy, mientras que en 2015 el precio promedio se ubicó en 1.140,43 dólares por onza troy.
Esto indica que de la caída de 4.500 millones de dólares que experimentaron las reservas de oro en 2015, sólo mil millones obedecen al declive del precio y 3.500 millones a operaciones que realizo el Banco central, de venta o canjes en los que las barras doradas fueron entregadas a cambio de efectivo y serán devueltas al país si el préstamo se cancela en los términos convenidos.
Sin caja: las reservas internacionales, el tanque de dólares que administra el Banco central de Venezuela y permiten importar, pagar deuda, cubrir contingencias y ayudar a la estabilidad del tipo de cambio se ubicó el pasado 11 de abril en 12.995 millones de dólares, magnitud que representa un fuerte declive de 20% en el año y el monto más bajo desde el 25 de marzo de 2003.
El descenso de las reservas obedece a una mezcla de factores. Durante los años de altos precios del petróleo el Gobierno sólo le entregó al Banco Central 40% de las divisas y el resto fluyó a una serie de fondos, así como el Fonden, que financiaron proyectos que hoy son incapaces de exportar.
Además de solo recibir una porción de los dólares el Banco Central, quedó obligado por reformas legales a transferir al Fonden todas las divisas depositadas en la cuenta de las reservas que superaran un monto que el Ejecutivo estableció cada año, conocido como el “nivel óptimo de reservas”. Gracias a esta maniobra, el Banco central le entregó al Fonden 53 mil millones de dólares en nueve años.
Al mismo tiempo, la deuda en dólares se multiplicó por cuatro y la concentración de los vencimientos obliga a desembolsar cantidades importantes en capital e intereses. Otro factor a tomar en cuenta es que el control de cambio propició la corrupción a través de prácticas como la sobre facturación de importaciones.
Todo estaba lo suficientemente desajustado como para que la crisis explotara en toda su magnitud tan pronto se desinflaran los precios del petróleo, como efectivamente ocurrió: el barril que vende Venezuela se cotizó en 2014 en un promedio de 88 dólares, luego en 2015 en 44 dólares y en lo que va de 2016 en 26 dólares.
Un aspecto clave es que el grueso de las reservas internacionales corresponde a las barras de oro y la porción de efectivo que permite pagar importaciones y deuda de inmediato en este momento no supera los mil millones de dólares, una cantidad sumamente baja para las necesidades del país.
A dieta: cada mes el directorio del Banco Central de Venezuela toma una de las decisiones que más impacta a la economía del país. Los siete directores aprueban el monto de divisas que el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) podrá distribuir para que las empresas del sector privado realicen importaciones de materias primas, insumos, maquinarias, además de cubrir otras necesidades como remesas, viajes al exterior y líneas aéreas.
El monto a aprobar depende en grado sumo de las divisas provenientes de PDVSA, ya que el petróleo provee 96 de cada 100 dólares que ingresan al país. Las cifras oficiales revelan una dramática reducción: en enero de este año PDVSA sólo le vendió al Banco Central 77 millones de dólares, cifra que se traduce en un derrumbe de 90% respecto a enero de 2013.
En 2015 PDVSA sólo le vendió al Banco Central 12 mil 567 millones de dólares, una magnitud bastante baja, que representa una caída de 66% respecto a 2014 y explica por qué se trató de un año de recesión y desabastecimiento.
En febrero de este año el presidente del Banco Central, Nelson Merentes explicó que para lograr el equilibrio en la balanza de pagos en 2016 continuará el recorte de las compras al exterior: “van a seguir cayendo alrededor de eso, 40% un poco más”, dijo.
El déficit: Ecoanalítica estima que el déficit de divisas de 2016 se ubicará “en 30 mil 787 millones de dólares, como resultado de la baja en nuestros ingresos”. Ante la interrogante de cuáles podrían ser las alternativas a mano para cubrirlo, la firma explica que a través de préstamos en los que el país entrega oro como garantía el Gobierno podría obtener 4 mil millones de dólares, la renovación de otro tramo de deuda con China otros 5 mil millones de dólares, unos mil 800 millones de dólares en recursos extrapresupuestarios y mil 700 millones provenientes de cuentas por cobrar.
El resultado es que aun realizando estas operaciones financieras quedaría una brecha de 18 mil 287millones de dólares que no se sabe de dónde provendrán. Hasta ahora el Gobierno se ha aferrado a la posibilidad de que los acuerdos con los otros países exportadores de petróleo para congelar la producción, logren un rebote importante de los precios del barril, pero los analistas consideran que la probabilidad que esto ocurra es bastante baja.
Asimismo, los planes anunciados para impulsar las exportaciones no petroleras no tendrán efecto en el corto plazo y no cabría esperar un repunte vigoroso: históricamente las ventas al exterior distintas al petróleo no han superado los 5 mil millones de dólares.
La posibilidad de obtener financiamiento luce comprometida, en vista de que los inversionistas observan un elevado riesgo en Venezuela y exigen tasas de interés exorbitantes. El propio presidente de la República, Nicolás Maduro admitió el pasado 17 de febrero: “Venezuela tiene un bloqueo financiero internacional, ni refinancian procesos de mejoría en las condiciones de la deuda y buscan condiciones leoninas para prestarnos una divisa, un dólar”.
Víctor Salmerón